Necios señores
creyentes de ser inmunes,
atisban desde sus tronos
la masacre de sus indecisiones.
Mientras que en medio del desastre,
entre caídos y afectados
entre guerreros ya cansados
se alzan los soldados blancos
para luchar contra su adversario.
Sin apenas armas,
sin escudos que les proteja
están vendidas sus almas,
tan solo tienen la rabia
que habita en sus entrañas.
Junto a su pueblo aliado
miran de frente al enemigo
unos aguardan,
otros respaldan,
mientras que los soldados blancos
atacan y desarman.
Juntos, vencerán la gran batalla
aclamarán la victoria
llorarán sus pérdidas
Juntos, demostrarán a los necios
quienes son la fuerza,
cuál es el auténtico poder
que habita en España.