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Sólo es un árbol…me dijeron

Sólo es un parque, me dijeron...
No es más que un árbol o una flor,
algo que está ahí sin más 
para algunos sin belleza y sin color. 

Donde otros no ven más que un árbol
yo veo majestuosidad y esplendor
yo veo cobijo, yo veo amparo
veo un amigo sanador. 

Escucho lo que él tiene para ofrecerme
y comparto con él mi vida y mi dolor,
comparto las tardes de sueños,
las historias de un buen libro o dos. 

Qué rico poder tenerlo
en medio de un mundo ensordecedor,
qué rico poder disfrutar de sus copas
bajo el sol abrasador. 

Mi querido Mirlo

¡Ay pequeño ser de los árboles
que entre sus largas ramas y sus hojas
te escondes hábilmente!
más hoy te has mostrado 
para que yo pueda verte. 

¿Serán tus cánticos poemas de amor
o mera gratitud por lo que tu madre tierra puede ofrecerte?
Entre la inmensidad de su belleza
y tu sonoros armónicos 
puedo deleitarme y relajarme 
puedo cerrar los ojos para poder perderme.

¿Serás ajeno a aquello que dicen que viene
o serás más consciente que aquel que camina
sin ver ni oír viviendo desconectado de su alma y su mente?

Las curiosidades de las mariposas

Atent@ algunas curiosidades te voy a contar
pues sabemos poco de ellas para lo que las solemos usar.
Las mariposas son seres magníficos 
que deberíamos estudiar más.

¿Sabías que usan sus patas para degustar?
Así saben si algo es comestible o han de salir a volar

Se alimentan de los líquidos 
que dentro de la planta están 
a parte del néctar de la flores
que para ellas es un manjar.

Además beben barro y lágrimas de tortuga
porque allí están los minerales que han de necesitar.
Y una vez que dejan su estado de oruga,
una mariposa no sabe volar. 
Necesita que los fluidos corporales se estabilicen por sus alas y
esperar a que se seque, por eso boca abajo tendidas las verás.

Sus alas llenas de escamas están,
son grandes polinizadoras 
y si ves muchas, suele ser un buen indicador 
ya que el ambiente en el que te mueves 
es de una calidad superior, 
pues son muy sensibles a cualquier cambio
físicos, químicos y contaminante que haya alrededor.

Y aunque su vista no es de la mejores
son capaces de ver la radiaciones ultravioleta, 
la luz polarizada, patrones lumínicos y
una inmensidad de colores. 

Todo por la colmena

Es curioso el mundo animal,
si tienes un rato párate a observar
porque hay mucho que aprender
de aquellas que son tan pequeñas y 
tan grandes a la vez.

Todas tienen su función:
las abejas obreras limpian 
y alimentan a las larvas con jalea real.
Las cereras construyen los paneles de cera
para que puedan habitar.

Las almacenadoras colocan el alimento
en los paneles y lo almacenan,
las guardianas son el cuerpo de seguridad
vigilan que no entren aquellas 
que no sean de la comunidad. 

Las ventiladoras generan aire 
para el néctar airear y deshidratar.
La reina las dirige a todas con sustancias químicas 
para que todo funcione como ha de funcionar
y pone los huevos que los zánganos han de fecundar. 

Aunque su vida es corta y para algunos 
puede que simplona y sin mucho que ofrecer
ellas trabajan juntas para su bienestar
y si se sienten amenazadas son capaces
de su colmena proteger 
a pesar de que su vida vayan a perder.

¡Ay, si tu supieras!

¡Ay, si tu supieras!
Que de forma no intencionada
irrumpes en mi mente
jugando travieso tierno truhán
Y te vas.....
Y nada más irte empiezo a extrañarte.
A extrañar tus besos,
besos por los que viajaría hasta marte.
A extrañar tus abrazos,
abrazos por los que saldría hoy mismo a buscarte.

¡Ay, si tu supieras!
Que me encantaría poder amarte.

Para ver, hay que parar

A veces en la vida nos quedamos anclados, obcecados en recuperar la vida que teníamos, en conseguir aquello que creemos desear con muchas ganas y no nos permitimos ver las posibilidades, no valoramos lo que tenemos en ese momento. Sólo cuando nos vamos al «sitio que queremos» nos damos cuenta de que no estábamos tan mal o lo que teníamos era más que suficiente. Por mucho que nos empeñemos en conseguir aquello que ansiamos, si nos quedan aprendizajes que hacer no lograremos irnos de allí hasta que aprendamos lo que la vida tiene para nosotros. No hablo de destino porque si nos empeñamos a no ver más allá de nuestras narices, ya estaremos dictando nuestro camino. Hablo de que para evolucionar a las personas que queremos ser, la mejor versión de nosotros mismos, debemos aprender. Hay que pararse y preguntarse, ¿Por qué?¿Por qué estoy aquí?¿Qué he de aprender de esto que me está ocurriendo?¿Por qué no puedo salir de aquí?¿Y qué puedo hacer en consecuencia? Sólo cuando consigamos ver, podremos marcharnos. Si no la vida más tarde o más temprano nos hará volver.

Capítulos a cerrar

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A veces en la vida suceden cosas que son determinantes para marcar una nueva etapa. Y aunque nos cueste aceptarlo, debemos abrir los brazos para ver qué nos depara. No significa que sea mejor o peor, estos son dos conceptos sobrevalorados, simplemente son. Hay que dejar ir y darle un final al capítulo para poder cerrarlo.

La vida cuesta, cuesta avanzar, cuesta dejar atrás. Pero se vienen nuevas historias que contar, nuevos caminos que recorrer porque la novela no ha llegado a su punto y final.

No sabemos que vendrá y eso nos paraliza, solo hay que pararse a escuchar. Pensar que nos trajo hasta ahí, cuáles han sido los aprendizajes, es importante saber qué papel ocupa cada uno en tu vida en ese momento porque quizás hay una persona que se ha de bajar del tren o simplemente tomar otra forma.

La vida cuesta, por eso tómate tu tiempo para respirar, coge aliento para seguir con fuerza.