
Que bien sabe ese paseo por la playa cogida de tu mano, respirando el aire fresco y sentir el vaivén de las olas bajo mis pies. Que bien sabe cuando me besas sin yo pedirlo, acariciando mi cara y abrazándome cuando más lo necesito. Que bien sabe tenerte aquí conmigo haciéndome reír. Definitivamente, que bien sabe haberte conocido.