Todo fue perfecto pero irreal
fuimos por un momento
aquello que me hiciste soñar.
Ilusa, quizás
tonta, jamás.
Jugaste bien tus cartas
creyéndote hasta tú el cuento,
me hiciste la bomba de humo
no supe de ti ni por teléfono.
Y ahora vuelves a tantear,
como no tienes vida
vienes a ver cual puedes manejar.
Como te digo:
ilusa, quizás
idiota, jamás.
Me quieres ahí para ti
tu decides cuando
y yo no debo decir nada,
he de estar dispuesta…
pues fijate, no me da la gana.
Porque no eres tu el que manda
soy yo la dueña de mi vida
asique esfúmate porque de mí
no tendrás nada.
Esto lo aprendí
a fuerza de patadas.