Cuenta la leyenda
que las diminutas
son seres especiales
difíciles de encontrar,
pero sí lo haces
eres afortunada como la que más.
Yo por suerte
me encontré con una
de gran corazón,
tan bella por fuera
como por dentro.
Tanto es así,
que su cariño me regaló.
A ella a veces no se la ve
pero se la siente,
junto a ti,
ella siempre está presente.
Pues tiene el gran don
de que conociéndola
tu vida cambie
pero a mejor.