Y alcé la vista al cielo…
era tiempo de cambiar de estación
de mudar las hojas secas
que habitaban en mi corazón.
Dejé atrás lo acontecido
para traer nuevos brotes
distintos, con otro olor.
¿Qué sería sin el otoño
que nos trae renovación?
Y alcé la vista al cielo…
era tiempo de cambiar de estación
de mudar las hojas secas
que habitaban en mi corazón.
Dejé atrás lo acontecido
para traer nuevos brotes
distintos, con otro olor.
¿Qué sería sin el otoño
que nos trae renovación?
Amiga, hace días decidí ir a bailar
con mi marido nada menos,
al principio… no quería el truhán
pero cuando vio a la profesora
me dijo que aquello no estaba mal
y que si quería estar a mi nivel
debía venir más y con ella ensayar.
Así que con capirote en el cogote
di comienzo a nuestro tango
no vaya a ser que se alborote
y se crea Marlon Brandon.
Empezamos bien despacio,
parecíamos dos muñecas de famosa
el balanceo controlado
no hacíamos otra cosa
porque si nos atrevíamos a hacerlo
yo me quedaba coja.
Por más que intentaba relajarle
no había manera,
se puso la profesora con él
y parecía un boquerón
en una salsera.
Tenía movimientos
que nunca se los había visto,
con sólo decirte,
que no había pista ni superficie
para el Don Juan de la calvicie.
Pero…
conmigo volvió Robocop,
así que frustrada
metí mi piernas entre las suyas
y le dí en un huevo o dos.
Con mucho disimulo
y con elegancia de bailarina
me vengué de este garrulo
que me tiene dolorida.
Y no se entienden…
si una dice A,
la otra dice B
y empiezan a gritar,
poco a poco se encienden.
Y como un fogonazo de calor
que rápido se desvanece,
al minuto siguiente
se hablan, se quieren.
Y nadie entiende…
Sólo una madre y una hija
comprenden lo que ellas tienen,
se quejan la una de la otra
pero que nadie las hagan daño
pues no lo consienten.
Porque….
no se entienden.
Su lenguaje es la riña
o el portazo inminente
mas cuando se abrazan
olvidan el incidente.
No saben estar la una sin la otra
se necesitan mutuamente
porque su apoyo mutuo
está por encima de la gente.
Y no se entienden..no,
SE QUIEREN.
Creo que no debe haber un día contra el pecho de mama, pienso que todos los días debemos celebrar la cantidad de mujeres que salen de esta situación y deberíamos brindar por todas aquellas que luchan como buenas jabatas a pesar de la recidiva y el sufrimiento. Esta poesía va por todas ellas:
A ti
que sufres en silencio,
un día despertaste
y allí estaba
sobre tu pecho.
A ti,
que no le dejas quedarse
que luchas
para desarmar
el nido que te ha hecho.
A ti,
que plantas cara al miedo
a la incertidumbre
y a que te mate por dentro.
A ti,
amiga y mujer
que soplas más que los vientos
no le dejes avanzar,
písale el freno.
Hoy es uno de esos días
en los que me encuentro tumbad@
sin nada que hacer
y es que me encuentro vag@
hasta para beber.
Y me he dado cuenta
de que tengo a mis pies
el mando a distancia….
¡no me lo puedo creer!
Con el poder de la mente
lo intento atraer
pero no hay manera de que venga,
pongo en marcha el plan b.
Repto cual serpiente
superando las barreras,
retorciéndome.
Es absurdo, lo sé
pues gastas más energías
de las que te crees.
Estiro el brazo
como si no hubiera un mañana
estoy por dislocarlo
si hiciera falta.
Por fin cojo el mando
y ahora me toca volver..
no, mucho trabajo
miro si desde aquí lo puedo ver.
Bueno… no se ve malejo
pero a mí me parece bien
¡mierda me estoy meando!
Al final me toca ponerme
de pie.
A ver como te lo digo…
Si sumas uno más uno
siempre salen dos
pero en tu caso cariño
el cero es tu valor.
Pues deambulas cual pavo
exponiendo tus plumas
midiéndote por tener
seducida a más de una.
Y cuando te llega alguien
que nunca podrás alcanzar
le insultas, porque sabes
que no tienes ni para empezar.
Te supera en todo
porque solo eres
un absurdo insolente
el rey si
pero de las pantomimas,
falso e ignorante.
Quiera ser capaz
de hablarte y que me hables
de sentirme cómoda contigo
de mirarte y no bloquearme
hacerlo, como un par de amigos.
Pero en su lugar,
me falta el aliento
las palabras no me salen
quizás porque soy consciente
de que no controlo
este pequeño instante.
Somos dos personas
totalmente desconocidas
¿podríamos ser amigos?
no lo sé,
pero no me dejo conocerte
porque tengo miedo
de que tú, puedas conocerme.
Y sé que no tiene sentido
porque sin conocerte
no puedo saber
si podemos ser amigo o enemigos.
Hace tiempo entendí
que las cosas te afectan
en la medida que dejas
que te afecten,
pues sólo tú eres dueñ@
de decidir lo que te conviene.
El pasado siempre influye
pero no determina,
el presente jode
pero es breve,
y el futuro no existe
asique ¿a qué temes?
Pregúntate que persona quieres ser,
analiza lo que sientes,
ponle nombre.
Haz que las cosas y la gente
te sumen y no te resten.
Trabaja en ti,
sé una versión mejor de ti mismo
si algo no te gusta, cámbialo
y si no puedes, cambia la perspectiva
pero hazlo
porque parado
no llegarás nunca a la salida.