Cuan grandioso es el poder del ser humano,
cuan grandiosa es su curiosidad,
que divagando entre mudables pensamientos
alcanza el saber,
de esotéricas incógnitas
que muchos ansían descifrar
pero otros no alcanzan a ver.
Meras especulaciones
de incierto pronóstico.
Irrefutables datos
e inapelables teorías.
Enigmas resueltos
que desatan aún más las ganas
de alcanzar la suprema sabiduría.
Más hay algunas que desafían
las leyes de la lógica,
que hacen que el hombre
tenga miedo de su existencia.
Pues no hay mayor temor
que no saber,
que no tener el control
que apacigüe su supervivencia.