A ti golondrina que partes
te expongo mi sufrir
pues como ave que eres,
mañana no estarás aquí.
Cuán frío está mi corazón
que ha dejado de latir
por un falso matrimonio,
una vida que no elegí.
Quiero ser ave,
para salir y vivir
quiero ser ave,
para escapar y huir.
¿Porqué mi destino ha de ser así?
¿Porqué nací para no decidir?
Moriré intentándolo,
feliz, de saber que mi vida no es asentir.